lunes, 1 de julio de 2024

Diario El Territorio

Aniversario Diario Norte 1 de Julio 2024
Historias escritas del Chaco
Diario El Territorio




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Por qué el Chaco perdió al diario "El Territorio

Fue víctima de las dictaduras militares de 1955 y de 1976, que usaron al medio para su propaganda. Pero el final, paradójicamente, se dio en el proceso democrático iniciado en 1983. Entró en crisis con Alfonsín y dejó de existir con la presidencia de Menem.  


La historia de "El Territorio" fue el fiel reflejo de una etapa muy convulsionada y dolorosa que vivió nuestro país a partir del golpe militar de 1955. La inestabilidad institucional impuesta por los sucesivos gobiernos antidemocráticos marcó a fuego la vida del legendario medio de comunicación.

"El diario verdad desde 1919", según su slogan, fue convertido en el actual Museo de Medios. En la fotografía, extrabajadores que fueron convocados a un homenaje en agosto de 1999.

El histórico emprendimiento periodístico, que plasmó en sus páginas la historia chaqueña, fue fundado el 21 de febrero de 1921 como una publicación que nació con el sello de "independiente". El doloroso cierre se dio en 1989, con Carlos Saúl Menem como presidente de la Nación.

Camino sinuoso 

En octubre de 1954 el gobierno del Chaco compra los bienes de la empresa para destinarlo a la CGT para que la explote periodísticamente, bajo la denominación Editorial Presidente Perón Sociedad Anónima.

Ya sin esperanzas para la fuente laboral, El Territorio recibió el golpe final. La enorme impresora Golsh fue rematada en 1992 como chatarra y fue a parar a una chacarita.

Tras el golpe de 1955 fue intervenido hasta 1966, cuando por disposición de la justicia es restituido a los trabajadores. Pero diez meses después nuevamente cae en manos del gobierno de la dictadura impuesta por el general Juan Carlos Onganía, hasta 1973.

Con el ascenso del peronismo en el gobierno, los trabajadores gráficos y de prensa tomaron el diario para mantener la fuente laboral y logran destituir a la intervención de la dictadura que se sostenía al frente del matutino.

En esta nueva situación, por decreto provincial 840 de 1973, se disuelve y liquida la Editorial Presidente Perón S.A. y la CGT nacional y los trabajadores del diario conducen y administran El Territorio hasta el 24 de marzo de 1976.

Por la fuerza, una asonada cívico-militar instala de facto al general Jorge Rafael Videla en la Presidencia de la Nación. Otra vez se impone una intervención, desplazando a los trabajadores de toda participación en la gestión empresarial de "El Territorio". 

Final en Democracia

En 1983 llegó a su fin el autodenominado «Proceso de Reorganización Nacional» que gobernaba Argentina desde el golpe de Estado de 1976, y el país recuperó la democracia.

El gobierno constitucional que encabezaba la Unión Cívica Radical que derrota al peronismo con Raúl Ricardo Alfonsín, devuelve los bienes a la CGT pero no la empresa a sus trabajadores. Así lo mantuvo bajo la conducción de los administradores que fue nombrando durante toda la gestión democrática.

La Redacción en los momentos más cruciales sumó una nueva manera de visibilizar la crisis terminal en la que estaban: trabajó en la calle Pellegrini frente al emblemático edificio del diario.

Comenzó un largo proceso de reclamos para que la empresa vuelva a sus dueños, pero el gobierno de Alfonsín prolongó la gestión interventora en el matutino.

El histórico diario con 140 familias siguió así en medio de la disputa del "botín de guerra" de los gobiernos impuestos al país con la seguidilla de golpes militares y en 1983 a través del gobierno constitucional radical que prolongó la incertidumbre. 

El 10 de julio de 1989, con Carlos Saúl Menem se ensamblaba una histórica continuidad democrática pero el diario "El Territorio" editaba su último ejemplar y cerraba la crónica de un final anunciado.

140 familias en la calle

Con la desaparición de la empresa no solo quedaron más de medio centenar de familias en estado de abandono sino que se perdió así un valor cultural invaluable para el Chaco y la región, una parte importante de la memoria sobre la historia chaqueña.

En junio de 1985, en un documento conjunto, los gremios chaqueños de Prensa y Gráficos asumieron su decisión y demandaron la conducción de "El Territorio" ante la situación económica y financiera que dejaron tantos años de intervenciones a la empresa. Se veía muy cerca el final del camino. 

Allí comenzó un corto periodo que tendría su desenlace solo cuatro años después. Se trató de un intento desesperado por el salvataje de una empresa que representaba más que solo una fuente laboral para sostener de manera directa a un centenar y medio de familias. 

Plantearon los principales problemas por resolver para sanear semejante medio de información abrazado por la mayoría de los habitantes del Chaco. 

Plantearon que era necesario para recuperar la empresa "rectificar la acción periodística que se confunde con obsecuencia o complacencia con los gobiernos, partidos o poderes de turno, recuperando el diario como medio de expresión amplia de los trabajadores y demás sectores populares y nacionales".

Degradación y vicios 

En la idea propuesta apuntaron a reestructurar la organización del diario que "destierre los factores generados en estos años de usurpación como ser los entornos obsecuentes a las administraciones interventoras, la degradación moral y los vicios operados dentro del plantel que se han sumado complacientes al despojo de la empresa".

En el análisis gremial destacaron que con el medio de comunicación en manos de los trabajadores era necesario "poner en movimiento los recursos humanos, profesionales y técnicos del personal debidamente incentivados, al servicio del bien común". 

Pero en ese momento, más allá de los síntomas, nadie iba (o no se quería) imaginar que a partir de la gestión radical después de la serie de intervenciones de la sangrienta dictadura militar, particularmente la de 1976, con la democracia recuperada comenzaría un proceso que culminaría con la desaparición del diario "El Territorio". 

Pero la última gota de sangre se la extrajo el 10 de septiembre de 1992. El Banco del Chaco, como resultado de un juicio por deudas de la empresa, remató en 2010 pesos la inmensa rotativa con la que se imprimía el matutino ubicado en su planta de Pellegrini y Brown. La liquidación de este bien que fue a parar a la Chacarita Abraham fue el último golpe, directo al corazón de El Territorio.   

La última vez que los vecinos de la calle Pellegrini escucharon el arranque de la gigantesca impresora Golsh adquirida a un diario de Mar del Plata en 1964 fue el 10 de julio de 1989, el día en que Carlos Saúl Menem asumía como presidente de la Nación Argentina.

¿Se podría haber cambiado el final de la historia?

 Un plan de salvataje de El Territorio fue planteado por Alfredo Jorge Carazo, en agosto de 1987, como dirigente de la Federación Argentina de Prensa. Allí se analizaba el estado de la empresa y se bosquejaban caminos hacia una salida que mantuviera la fuente laboral para 140 empleos directos.

Los últimos momentos del decano de los medios periodísticos chaqueños. La comunidad percibía el destino final a pesar de su acompañamiento para rescatarlo.

La lista de puntos es extensa pero se pueden citar algunos que marcan los problemas más profundos y urgentes que padeció el popular matutino, así como las propuestas para que los trabajadores lo recuperen de la crisis. 

Lo hoja de trabajo evaluó la deuda y estimó que en ese momento  estaba "cerca del millón de australes y con una pérdida que alcanza a los 80.000 mensuales, a lo que se suma el decreciente nivel de venta del producto, la imposibilidad manifiesta de reinversión en infraestructura y serias dificultades de autofinanciamiento para asumir compromisos futuros". El Austral fue el cambio de moneda que lanzó el gobierno de Raúl Alfonsín el 15 de junio de 1985, con Juan Vital Sorrouille como su ministro de Economía. El Austral arrancó con un tipo de cambio que se fijó en 80 centavos de dólar.

También se abogaba por "una transformación estructural de la empresa y renovación tecnológica para asegurar la continuidad de la fuente de trabajo".

Problema estructural

Después de plantear que el problema del diario "El Territorio" era estructural desde el punto de vista técnico, aseguró que "no se puede competir en el mercado con tecnología obsoleta, irrecuperable en algunas áreas y con altos costos de producción".

Diagnosticó que "la recuperación del mercado tradicional debe orientarse hacia una modificación del producto desde su presentación a su contenido, incluyendo los aspectos vinculados con el mensaje informativo".

Al referirse a la situación de "El Territorio" en el documento precisó que "están agotadas las estructuras de funcionamiento" y señaló de manera crítica que "la Redacción está en manos de un director ajeno a la profesión con objetivos políticos a cumplir y sin visión de futuro. El director ha sido puesto en ese lugar para cumplir con un objetivo político. Si desde ese punto de vista opera correctamente, aunque se funda el diario, habrá cumplido con el objetivo para el que fue designado y se le agradecerán los servicios prestados. La preocupación de la continuidad de la fuente de trabajo es nuestra y no se la podemos pedir al director, por más buena voluntad que tenga".

También marcó a la Administración como otro engranaje crítico de un diario y propone la figura de "un "superadministrador" en la misma sintonía de la dirección "para lograr una sana administración, acabar con la inmoralidad de quienes lucran con el medio, desde adentro mismo del medio. Y también con quienes lucran desde afuera, medrando con la irregular situación del diario". 

Alfredo Jorge Carazo fue secretario general de la Fatpren, de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Prensa, del Sindicato de Prensa del Chaco y jefe de Redacción de NORTE. Falleció en Buenos Aires el 24 de diciembre de 2015.

Por Orlando Núñez

Jefe de Redacción.







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